Historia de la carta del joker: ¿por qué las barajas incluyen cartas de comodín?

Historia de la carta del joker: ¿por qué las barajas incluyen cartas de comodín?

2025-07-18, por
Julia Madajczak

Julia Madajczak es historiadora en la Universidad de Varsovia, Polonia. Es doctora en Estudios Culturales y licenciada en Arqueología y Antropología Cultural. Puedes encontrarla en:
https://uw.academia.edu/JuliaMadajczak
https://www.researchgate.net/profile/Julia-Madajczak

Resumen

La carta del joker, que por lo general se distingue por la figura de un bufón medieval o un payaso, parece haber sido creada a partir de un diseño antiguo y bien significativo. En internet, es común encontrar artículos que repiten el rumor de que este naipe guarda una estrecha relación con El Loco, una de las cartas del tarot. Aunque la historia demuestra lo contrario, eso no hace que el joker sea menos interesante. Esta carta evolucionó a partir de la sota, utilizada de forma innovadora en algunos juegos de cartas europeos del siglo XVII. Ya en el siglo XIX, los jugadores estadounidenses del juego Euchre inventaron una carta independiente, a la que pronto empezaron a llamar «Joker», una deformación del término original alemán asociado con el juego del Euchre. El nuevo nombre propició una conexión con los chistes y las bromas, lo cual, a su vez, influyó en el diseño gráfico de las cartas del joker. Luego, en la década de 1940, la historia del joker dio un giro inesperado cuando la carta inspiró a los dibujantes de DC a crear uno de los villanos más famosos de todos los tiempos. Hoy en día, la carta de comodín se sigue usando con frecuencia en numerosos juegos de cartas, aunque el personaje que representa puede resultarnos mucho más complejo y amenazante que el simple payaso de hace 150 años.

Antes del joker: la evolución de la sota

Antes de que se inventara el joker, que más tarde serviría como carta de triunfo y comodín (en inglés: wild card), los jugadores solían usar una de las cuatro sotas para esos mismos propósitos. La sota ha formado parte de la baraja de 52 cartas desde el siglo XV, cuando los fabricantes franceses la introdujeron como la más débil de las tres cartas de figuras. En ese entonces, las figuras eran el bribón, conocido en Inglaterra como knave (prácticamente idéntico a la sota actual, aunque con otro nombre), el caballero (que pronto sería reemplazado por la reina), y el rey, cuya jerarquía se ha mantenido durante siglos. El rey era la carta de mayor rango en los primeros juegos de cartas europeos. No obstante, en el siglo XVII, jugadores franceses y británicos crearon varios juegos en los que se ascendía a una de las sotas a la posición más alta. Entre ellos se encontraba el juego inglés Lanterloo (también llamado «Loo»), a menudo citado como un hito en el proceso de transformación de la sota en el joker.1

El precursor más antiguo del joker: la sota de bastos, ca. 1656–1664. Autor: Pierre Leroux. Conservada actualmente en la Biblioteca nacional de Francia. Wikimedia Commons, dominio público.
Figura 1. El precursor más antiguo del joker: la sota de bastos, ca. 1656–1664.

En el Lanterloo, la sota de tréboles (♣; Figura 1) fue ascendida a la posición más alta, convirtiéndola en una carta de triunfo capaz de vencer tanto al rey como a la reina. Los jugadores de Lanterloo llamaban a esta sota elevada «Pam», una forma abreviada del nombre «Pamphilus», derivado de un poema medieval del mismo título.2 En el poema, Pamphilus es un joven de noble linaje pero de escasos recursos, que asciende socialmente al casarse con una hermosa y rica doncella.3 Este ascenso social explica por qué los jugadores asociaron a ese personaje con la sota del Lanterloo, ya que se trataba de una figura de jerarquía inferior que había logrado elevar su rango.

Los franceses del siglo XVII también llamaban «Pam» a la jota de rango elevado, y su versión del Lanterloo se conocía como «Pamphile». Además de ascender a la sota, el juego francés le otorgó otra función que más adelante terminaría asumiendo típicamente nuestro joker: la de carta comodín. Si un jugador tenía un grupo de cuatro cartas del mismo palo, podía añadir a Pam como comodín para sustituir cualquier carta que necesitara y así formar un color de cinco cartas.4

Algunos de los roles típicos del joker ya se habían desarrollado en la Europa del siglo XVII, mucho antes de la invención del joker propiamente dicho. En aquella época, la sota de rango elevado, conocida como «Pam», servía como carta de triunfo y comodín en dos juegos populares: Lanterloo y Pamphile.

El origen de la carta del joker: el Euchre

El juego que dio origen al joker fue el Euchre, un juego de cartas que siguió la tendencia de elevar el rango de las sotas, iniciada por el Lanterloo. El Euchre se originó en la Alsacia del siglo XVIII, una región francesa de habla alemana, y al principio se conoció como «Jucker». El juego Jucker original elevaba dos sotas a las posiciones de mayor y segundo rango. Cada una de estas sotas se llamaba «Bauer», que en alemán significa tanto «jota» como «granjero». Ya en el siglo XIX, los inmigrantes de Alsacia llevaron el juego del Jucker a los Estados Unidos. Aquí, los jugadores anglófonos transformaron la terminología alemana del juego. Para que los nombres alemanes sonaran más familiares, empezaron a escribir «Jucker» como «Euchre», y «Bauer» como «Bower». Los norteamericanos llamaban a la sota de mayor rango «Right Bower» («la sota de la derecha») o «Best Bower» («la mejor sota»), y a la de segundo rango «Left Bower» («la sota de la izquierda»). Las primeras reglas del Euchre en las que se aplicó esta terminología datan del año 1845.5

La carta de Best Bower usada en el Euchre, siglo XIX. Hargrave 1966: p. 346.
Figura 2. La carta de Best Bower usada en el Euchre, siglo XIX.

Alrededor de 1857, los jugadores del Euchre añadieron el tercer Bower al juego. Además de las dos sotas ascendidas de rango, el Right Bower y el Left Bower, introdujeron una nueva carta que podía vencer a ambas. Esta carta tomó el nombre de «Best Bower» (Figura 2) y a veces también se la llamó «Imperial Bower» («la sota imperial»). Al principio, la nueva Best Bower era simplemente una carta en blanco.6 Sin embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que Samuel Hart, el famoso fabricante estadounidense de naipes, imprimiera las primeras cartas Best Bower ornamentadas.7

En 1875, los jugadores de Euchre usaban Best Bowers en blanco o decorados, según lo que tuvieran a mano. Para esa época, quienes practicaban la variante conocida como «Railroad Euchre» comenzaron a referirse a esa tercera carta adicional como «el joker». En la edición de 1875 de The American Hoyle, un compendio de juegos de moda, se afirmaba que en el Railroad Euchre existía «una carta adicional en blanco que suele llamarse el “joker” o triunfo imperial».8

Una de las cartas más antiguas del joker, 1878. Conservada en el Museo Británico. Wikimedia Commons, dominio público.
Figura 3. Una de las cartas más antiguas del joker, 1878.

El Euchre se jugaba con barajas de 32 cartas, compuestas por cuatro palos, cada uno con tres figuras, un as y cuatro cartas numéricas del 7 al 10.9 Estas fueron las primeras barajas a las que los fabricantes añadieron el joker (Figura 3). Pero antes de que terminara el siglo XIX, el joker se incorporó a la baraja completa de 52 cartas, lo que les permitió a los jugadores adaptarlo a otros juegos. El caso más famoso es el del póker donde los jugadores empezaron a usar el joker como comodín.10

Los primeros jokers aparecieron alrede­dor del año 1875, en el juego de cartas estadounidense Railroad Euchre. Serví­an como cartas de triunfo, y evoluciona­ron a partir del «Best Bower», la sota ascendida de rango que se encon­traba en la versión anterior del Euchre. Hacia finales del siglo XIX, el joker también empezó a funcionar como carta comodín en el póker.

El origen del nombre del joker

Una caricatura titulada «Euchered», 1884. El naipe del medio muestra un bebé como caja sorpresa, con la inscripción «The Little Joker» («El pequeño joker»). Autor: F.C., Popular Graphic Arts. Actualmente conservada en la Biblioteca del Congreso. Wikimedia Commons, dominio público.
Figura 4. Una caricatura titulada «Euchered», 1884. El naipe del medio muestra un bebé como caja sorpresa, con la inscripción «The Little Joker» («El pequeño joker»).

La palabra «joker» probablemente sea una deformación del término alemán «Jucker», que hacía referencia tanto a un juego de naipes (el ancestro del Euchre) como a la carta sota como tal.11 A lo largo de la historia, las sotas que se usaban como triunfo o comodín han recibido distintos nombres, como «Pam» en el Lanterloo y el Pamphile, o «Best Bower» en las primeras versiones del Euchre. El nombre «Pam» aludía al rango de la carta, y era perfecto para designar a la sota ascendida de rango, porque provenía del famoso personaje literario que ascendía en la jerarquía social. Los términos «Bauer» y «Jucker», del idioma alemán, también tenían mucho sentido: ambos hacían referencia a la carta de sota, y el rango elevado de esa carta era la característica propia del Euchre. En cambio, «Bower» y «Joker» no tenían relación alguna con el papel de la sota ascendida en el juego del Euchre: simplemente eran deformaciones ortográficas de las palabras alemanas originales, «Bauer» y «Jucker». En el inglés arcaico, la palabra «bower» podía referirse a un ancla, una pérgola o un dormitorio,12 y un «joker» era un cortesano —que hacía las veces de bufón— un personaje que divertía a la nobleza en la corte real.13

No pasó mucho tiempo antes de que los jugadores de cartas de habla inglesa empezaran a asociar la palabra «joker» con alguien que contaba chistes (jokes, en inglés), una jack-in-the-box (una caja sorpresa, Figura 4), o un bufón. A finales de la década de 1870 y a principios de la de 1880, algunos fabricantes empezaron a etiquetar a sus jokers como «Jolly Jokers» (bufones alegres). Ya para finales del siglo XIX, la asociación del personaje con las bromas y la diversión hizo que los fabricantes empezaran a representar a los jokers como arlequines o bufones, hasta que ese diseño se convirtió en el más popular y extendido para dicha carta.14

Lo más probable es que el nombre «joker» sea una derivación de la palabra alemana «Jucker», que hacía referencia tanto a la carta de sota como al ancestro alsaciano del juego Euchre. Una vez que se acuñó el término «joker», los jugadores empezaron a asociarlo con los chistes, las bromas y los bufones.

El origen del aspecto del joker

«Imperial Bower» de Samuel Hart, ca. 1872. Datación de acuerdo a «Samuel Hart, 1846–1871» de Simon Wintle. World Web Playing Card Museum. Wikimedia Commons, dominio público.
Figura 5. «Imperial Bower» de Samuel Hart, ca. 1872.

La carta del joker, suele llevar la imagen de un bufón o arlequín, lo que calza muy bien tanto con su nombre como con el diseño de las tres cartas de figuras (el rey, la reina y la jota), las cuales suelen representar a los integrantes de una corte medieval. Sin embargo, la imagen del bufón no aparecía en el diseño original asociado a esta carta, ni tampoco aparecía en el de su predecesora, el «Best Bower» del juego Euchre. El primer Best Bower, una carta que podía ganarle a los dos Bowers (las sotas de mayor jerarquía) en el Euchre, era simplemente una carta en blanco. En la década de 1850, Samuel Hart empezó a imprimir cartas Best Bower adornadas, y no pasó mucho tiempo antes de que otros fabricantes empezaran a hacer lo mismo. Estas antiguas Best Bowers solían incluir el nombre del fabricante y el de la carta, junto con una explicación ocasional de su función. Por ejemplo: «Imperial Bower o carta de triunfo suprema: esta carta vence a cualquiera de los Bowers» (en inglés: «Imperial Bower or Highest Trump Card: This Card Takes either Bower»; Figura 5). Los textos de este tipo venían acompañados de ornamentos abstractos o dibujos de animales o personas con distintos atuendos y poses.15

Al cambiar el nombre de la Best Bower a «joker», los jugadores y fabricantes empezaron a asociar esa carta con la imagen de un bufón cortesano. Por pura coincidencia, la pronunciación aproximada de la palabra alemana «Jucker» en inglés es «joker», que, entre otras cosas, significa «bufón». Los bufones que entretenían y divertían al rey o a la reina también servían como asesores, y eran indispensables en las cortes reales de la Europa medieval. Sin embargo, en la época que más influencia ejerció en el diseño de las cartas europeas (el siglo XV), el bufón no llegó a aparecer en la baraja estándar. La baraja de 52 cartas que se usaba en Francia y Inglaterra en el siglo XV incluía tres figuras: el rey, la reina y su cortesano: la sota. Desde entonces, los atuendos y atributos (como las armas) de estas tres figuras han conservado un estilo idealizado de inspiración medieval. La carta del joker, introducida en el siglo XIX, complementó a las cartas cortesanas al representar a otro personaje típico de las cortes europeas, vestido también con ropajes medievales.

La carta de joker, finales del siglo XX. Fotografía: Julia Madajczak.
Figura 6. La carta de joker, finales del siglo XX.

Paradójicamente, aunque la carta del joker es la más reciente de la baraja inglesa de 52 naipes, su diseño es más conservador que el de las otras figuras. En el siglo XV, las cartas de la corte mostraban figuras enteras, y el aspecto de los reyes, las reinas y las sotas variaba significativamente entre cada fabricante. Ya para el siglo XIX, las cartas de figuras habían adquirido su famoso diseño simétrico o reversible, para mayor comodidad de los jugadores, y su formato se había estandarizado. Pero el joker, aunque una innovación del siglo XIX, mantuvo el formato de un naipe medieval con la imagen asimétrica de un personaje de cuerpo entero (Figura 6). Además, nunca ha habido un diseño estándar para esta carta. Aunque los diseños más emblemáticos son los de un bufón, un payaso o un arlequín, también hay mazos en los que el joker es un animal, un personaje histórico, fantástico o de dibujos animados. A veces, también se le representa con objetos o patrones abstractos. Gracias a esta libertad de diseño, la carta del joker ha sido usada por muchos fabricantes de naipes para dar rienda suelta a su imaginación, o para registrar la imagen comercial de la marca.16

El diseño más emblemático del joker —un bufón de la corte medieval— se originó en los Estados Unidos del siglo XIX. Aludía al nombre de la carta, como buscando complementar a las tres figuras de la corte (el rey, la reina y la jota). Sin embargo, desde su creación, los jokers han venido en diferentes diseños, y no necesariamente tenían la imagen de un bufón.

¿La carta del joker tiene alguna relación con el tarot?

Una teoría popular postula que el joker tiene su origen en El Loco, una de las cartas del tarot. El tarot está compuesto por un mazo de 78 naipes, que se pueden usar tanto para jugar como para propósitos adivinatorios. Incluye una baraja de «arcanos menores» de 56 cartas, divididas en cuatro palos con diez naipes numéricos y cuatro cartas de corte por palo. Las 22 cartas restantes son los llamados «arcanos mayores», que representan figuras como El Sol, El Mundo, El Diablo o La Emperatriz. El Loco es una de estas figuras, siendo el único arcano mayor que no lleva un número romano.17

Al menos superficialmente, El Loco y el joker son bastante similares. No obstante, según lo que sabemos de la evolución de los naipes europeos, es improbable que alguno de los dos evolucionara a partir del otro. Los juegos de cartas llegaron a Europa en el siglo XIV, primero a Cataluña y después a Italia y otros países. Como las cartas llegaron desde la cultura árabe, al principio mantuvieron su estilo árabe. Por aquella época, una baraja típica contenía 52 cartas, divididas en cuatro palos —espadas, bastos, copas y monedas— con tres cartas de corte masculinas y diez cartas numéricas por palo. Esta estructura fue el punto de partida para que, ya en el siglo XV, se empezaran a desarrollar numerosos mazos en distintas partes de Europa: así surgieron las barajas española, alemana, italiana, francesa, etc. Entre todas esas barajas, sólo la variante italiana —la que hoy conocemos como el mazo del tarot— llegó a incluir la carta del Loco. Mientras tanto, el joker sólo se incluyó en la baraja estándar de 52 cartas, que se originó en Francia y combinaba elementos de las barajas española y alemana, pero sin influencia de la italiana. Así pues, en la historia temprana de los naipes europeos no existe ninguna conexión entre El Loco y el joker.18

El rol de la carta del Loco también ha sido distinto al del joker. Mucha gente desconoce que el propósito original de la baraja del tarot no era adivinar el futuro, sino simplemente jugar a las cartas.19 En el juego del tarot, tradicionalmente El Loco era la única carta de figura que no era un triunfo. En su lugar, liberaba a los jugadores de la obligación de seguir el palo, permitiéndoles mantener una carta que, de otro modo, podrían perder.20 En cambio, el joker evolucionó a partir de una sota ascendida, y originalmente, en el juego estadounidense del Euchre, era la carta de triunfo de mayor rango.

Por último, está la cuestión del diseño. El joker del Euchre y las cartas del tarot aparecieron en Estados Unidos más o menos por la misma época. El primer libro estadounidense que habla sobre la cartomancia con el tarot se publicó en 1872,21 y los primeros jokers que fueron conocidos por ese nombre y que eran representados como bufones de la corte también empezaron a fabricarse en la década de 1870 (Figura 3). En teoría, esta coincidencia cronológica podría sugerir que El Loco del tarot sirvió como inspiración para el diseño de los primeros jokers. Sin embargo, aquellas cartas del Loco que usaban los norteamericanos del siglo XIX no mostraban ningún bufón o arlequín.

La carta del Loco más antigua que aún se conserva, de la baraja Visconti–Sforza, 1466 (ver Dummett 1980: pp. 68–69). Autores: Bonifacio Bembo y Antonio Cicognara. Wikimedia Commons, dominio público.
Figura 7. La carta del Loco más antigua que aún se conserva, de la baraja Visconti-Sforza, 1466.
El Loco del Tarot de Marsella, 1701–1715. Autor: Jean Dodal. Wikimedia Commons, dominio público.
Figura 8. El Loco del Tarot de Marsella, 1701–1715.

En Europa se ha conocido el juego del tarot desde el siglo XV, cuando Los Locos no eran representados como bufones sino como mendigos, vagabundos o borrachos (Figura 7). Entre Los Locos del siglo XVI que han llegado hasta nuestros días se encuentran, por ejemplo, uno que es representado como un borracho yaciendo sobre su espalda, sosteniendo una jarra de vino con las piernas; o un soldado armado orinando, con un caracol saliendo de su yelmo.22 Fue en el siglo XVIII cuando los ocultistas franceses empezaron a utilizar las cartas del tarot con fines adivinatorios, y sentían especial predilección por el diseño del llamado Tarot de Marsella, un mazo fabricado en Francia desde el siglo XVII,23 que seguía representando al Loco como un vagabundo (Figura 8). Los primeros tarotistas estadounidenses se inspiraron en estos antecedentes. No estaban interesados en el juego del tarot, sino que fueron influenciados por los ocultistas franceses y sus sociedades secretas.24 Aparentemente, los norteamericanos también importaban las cartas del tarot de Europa. En 1885, el autor anónimo de un artículo sobre el tarot esotérico afirmaba que ningún fabricante hacía cartas del tarot en América para aquella época, y expresaba su deseo de que hubiera al menos uno que produjera cartas apropiadamente, tal como lo hacían en Marsella.25 Por lo tanto, los fabricantes estadounidenses no sólo inventaron al joker antes de empezar a imprimir cartas del Loco, sino que El Loco con el que podrían haberse topado a fines del siglo XIX no era un bufón, sino un vagabundo, tal como se representaba en el Tarot de Marsella.

Aunque las cartas del joker y El Loco pueden parecer similares, no hay relación histórica entre ambas. El joker y El Loco surgieron en países y épocas diferentes. Además, en los juegos de cartas han tenido funciones distintas, y al principio fueron representados con figuras diferentes (un bufón y un vagabundo, respectivamente). Por lo tanto, podemos afirmar que el joker no surgió a partir del Loco.

¿Cómo llegó el Joker al universo de Batman?

Viñeta de apertura de la primera historieta del Joker, dibujada por Bob Kane y mostrando la carta del Joker de Jerry Robinson. Texto de la cartela eliminado. Batman #1, 1940. © DC Comics.
Figura 9. Viñeta de apertura de la primera historieta del Joker, dibujada por Bob Kane y mostrando la carta del Joker de Jerry Robinson. Texto de la cartela eliminado. Batman #1, 1940.

En 1940, la carta del joker inspiró a Jerry Robinson, un joven dibujante de Detective Comics (DC), a concebir un villano cuya popularidad terminaría por sobrepasar todas sus expectativas: el Joker, conocido en Latinoamérica como el Guasón. Un año después de que DC, dirigido por Bob Kane, creara al reconocido superhéroe Batman, estuvieron listos para publicar un cómic completamente dedicado a las aventuras del hombre murciélago.26 Batman #1 acabaría incluyendo varias historias en las que aparecían distintos villanos. Robinson quería que uno de ellos aportara una buena dosis de humor y, como su familia era aficionada a los juegos de cartas, le vino a la mente la figura del joker. Basándose en el naipe de una baraja que había en su estudio, dibujó el boceto de un payaso con una sonrisa siniestra.27 Este mismo boceto terminó apareciendo en la viñeta de apertura de la primera historia del Joker, como una de las cartas que sostiene el archiconocido villano28 (Figura 9).

Conrad Veidt as Gwynplaine in the 1928 The Man Who Laughs, Universal Pictures.
Figura 10. Conrad Veidt personificando a Gwynplaine en la película de 1928 El hombre que ríe, Universal Pictures.

A partir de la idea de Robinson, Bill Finger y Bob Kane crearon el personaje completo del Joker. Como inspiración adicional, Finger usó una imagen de una película muda de 1928 llamada The Man Who Laughs (El hombre que ríe).29 La película, basada en una novela del escritor francés Victor Hugo, contaba la historia de Gwynplaine, hijo de un noble antimonárquico, que fue vendido a traficantes de niños por orden del rey de Inglaterra. Para evitar que pudieran reconocer al niño en el futuro, un cirujano lo transformó en un bufón, moldeando sus facciones hasta dejarle una mueca permanente. La caracterización del actor alemán Conrad Veidt, quien encarnó a Gwynplaine, influyó profundamente en el aspecto que terminaría teniendo el Joker de DC. En la película muda, el maquillaje labial y las fundas dentales de Veidt acentuaban su grotesca sonrisa, y el actor usaba un peinado masculino que era muy popular en la década de 1920 (Figura 10). Todas estas características —la sonrisa inquietante, los labios rojos, los dientes grandes y el cabello hacia atrás (encima de color verde, para acentuar su aire de payaso)— se incorporaron a la icónica imagen del Joker, tal como lo dibujó Bob Kane para Batman #1 (Figura 9; comparar con la Figura 10).30

Video: aquí puedes ver la película The Man Who Laughs (El hombre que ríe) completa (dominio público).

Esa referencia a El hombre que ríe suele aparecer periódicamente en los cómics y películas del Joker. Por ejemplo, la película Joker de 2019, protagonizada por Joaquin Phoenix, bebe ampliamente del concepto y la trama que fueron concebidos por Víctor Hugo. No obstante, ha sido la asociación con los naipes la que ha formado la base de la personalidad y el comportamiento del Joker desde sus inicios. En la edición pionera de Batman, la de 1940, el Joker usa naipes de comodín como tarjetas de presentación, y se refiere a sí mismo con juegos de palabras como «¡El Joker sigue siendo una carta de triunfo!».31 Además, asesina usando sus cartas: en Batman #1 se trata de naipes envenenados, mientras que en versiones posteriores, como dibujos animados y videojuegos, sus naipes son ya armas arrojadizas metálicas, afiladas como navajas.32 Además, la primera historia sobre el origen del Joker, publicada en 1951 por Bill Finger, también relaciona la desfiguración del personaje con los naipes. Huyendo de un intento de atraco fallido a una fábrica de naipes, el villano salta a un tanque de químicos tóxicos, del cual sale con la cara del Joker.33 Finalmente, la función más común de la carta comodín explica la habilidad del villano para adoptar diferentes identidades. Por ejemplo, en la película de 2008 The Dark Knight (conocida en Hispanoamérica como Batman: El caballero de la noche y en España como El caballero oscuro), el Joker engaña a los demás disfrazándose como atracador de banco, enfermera o policía.

En 1940, Jerry Robinson recibió el encargo de diseñar un nuevo antagonista para el famoso hombre murciélago. El primer boceto de Robinson se basó en la carta del joker que poseía. Más adelante, Bob Kane y Bill Finger combinaron los rasgos típicos del naipe de joker con los de Gwynplaine, el personaje de la película muda de 1928, para crear al icónico Joker.

¿Por qué las barajas incluyen un joker?

Hoy en día, la carta del joker es imprescindible en numerosos juegos de naipes, tanto de varios jugadores como en solitario. Su función más tradicional, originada en el juego del siglo XIX llamado Euchre, ha sido como carta de triunfo. En el juego del Euchre y en su derivado, el 500, el joker representa el triunfo mayor, lo que significa que quien lo usa gana la baza.34 En algunas variantes del juego Picas para cuatro jugadores, esta misma función es desempeñada por dos jokers, uno de los cuales se clasifica como el «grande» (el triunfo más alto), y el otro como el «pequeño» (el segundo en jerarquía entre los triunfos).35

El joker funcionando como carta comodín (reemplazando al tres de diamantes) en el Rummy. Autor: Adamt. Wikimedia Commons, dominio público.
Figura 11. El joker funcionando como carta comodín (reemplazando al tres de diamantes) en el Rummy.

Otra función ampliamente conocida del joker es como carta comodín, lo que significa que puede sustituir a cualquier otra carta del mazo (Figura 11). Uno de los primeros y más célebres juegos en utilizar al joker como carta comodín fue el póquer. A diferencia del Euchre, que se juega con un mazo reducido (de 32 o 24 cartas, más el joker), el póquer requiere una baraja completa de 52 cartas. Cuando los fabricantes empezaron a añadir jokers a la baraja estándar, elevando el número total de naipes a 54, los jugadores de póquer asignaron a los jokers la función de cartas comodín. Posteriormente, esta idea se extendió a otros juegos de naipes. Uno de los juegos más populares que usa jokers como comodines es el Rummy, y otro es la Canasta, pariente cercano del Rummy.36

Sin embargo, en algunos juegos, tener al joker no supone ninguna ventaja. Tal es el caso del Culo sucio (en inglés: Old Maid), en el que los jugadores intentan deshacerse de todas sus cartas colocándolas sobre la mesa en pares (por ejemplo, dos reyes, dos nueves, etc.). El jugador que no tenga un par para descartar tendrá que robar una carta de la mano de su vecino. Precisamente, la única carta que no tiene pareja es el joker, y quien termina quedándose con ella al final de la partida, pierde.37

Por último, aunque los solitarios tradicionales no usan jokers, la presencia de estas cartas en la baraja inspiró a algunos jugadores para crear nuevas variantes de sus juegos de paciencia favoritos. La función más sencilla de un comodín consiste en reemplazar con él a una carta bloqueada. Esta jugada aprovecha uno de los roles tradicionales del joker (el de carta comodín), y aumenta nuestras posibilidades de resolver cualquier solitario. En Ases Arriba, el joker cumple una función diferente: actúa como una «bomba joker». El jugador reparte cuatro cartas y descarta todas las que sean del mismo palo, excepto la de mayor valor: se gana el juego cuando solo queden los ases, que son considerados los de mayor valor. Con cada reparto, se vuelve más difícil eliminar las cartas, ya que las pilas crecen cada vez más, pero el joker que cae sobre una pila la «hace estallar». Todas las cartas de esa pila regresan al mazo no repartido, dejando un espacio vacío y aumentando las probabilidades de ganar.38

Tras la invención del joker en el siglo XIX, muchos juegos de cartas, tanto de varios jugadores como en solitario, empezaron a adoptarlo. Las funciones más típicas de este naipe son como comodín (como en el póquer o el Rummy), o como carta de triunfo (como en el Euchre o el Spades), pero también puede ser una carta que se debe evitar, como en el Culo sucio.

Referencias

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  36. ^ Parlett, 1990: p. 191.
  37. ^ Mulac, 1946: p. 140.
  38. ^ https://en.wikipedia.org/wiki/Joker_(playing_card)#Role_in_patience_(solitaire)_games.

Obras citadas

The American Hoyle; or Gentleman’s Hand-Book of Games. Nueva York: Dick & Fitzgerald, 1875 (10.ª ed.); disponible en: https://ia601505.us.archive.org/23/items/americanhoyleorg00dick_1/americanhoyleorg00dick_1.pdf (consulta: 17 de noviembre de 2023).

Decker, Ronald y Michael Dummett. A History of the Occult Tarot. Richmond: Duckworth, 2019.

Dummett, Michael. The Game of Tarot: From Ferrara to Salt Lake City. Londres: Duckworth, 1980.

Finger, Bill y Bob Kane. Batman #1. Detective Comics, 1940.

Garbaty, Thomas Jay. «Pamphilus, de Amore: An Introduction and Translation», The Chaucer Review, vol. 2 (1967), pp. 108–134.

Hanerfeld, Mark. «Con-tinued», Batmania, núm. 14 (1967), pp. 8–10; disponible en: https://comicbookplus.com/?dlid=11970 (consulta: 17 de noviembre de 2023).

Hargrave, Catherine Perry. A History of Playing Cards and a Bibliography of Cards and Gaming. Nueva York: Dover Publications, 1966.

Laird, Jay. «History of Playing Cards», en: Encyclopedia of Play in Today’s Society, ed. Rodney P. Carlisle, vol. 1. Los Ángeles: Sage Publications, 2009, pp. 288–293.

Mulac, Margaret E. The Game Book. Nueva York y Londres: Harper & Brothers, 1946.

Parlett, David. The Oxford Guide to Card Games. Oxford: Oxford University Press, 1990.

Parlett, David. «Euchre», en: Encyclopedia Britannica, 2023; disponible en: https://www.britannica.com/topic/euchre (consulta: 19 de septiembre de 2023).

«The Taro». The Platonist, vol. 2 (1885), pp. 126–128.

Tollin, Anthony. «Profile on Jerry Robinson – Creator of the Joker», Amazing World of DC Comics, núm. 4 (1975), pp. 2–7; disponible en: https://cacb.wordpress.com/2009/02/08/profile-on-jerry-robinson-creator-of-the-joker/ (consulta: 17 de noviembre de 2023).

Figuras

  1. El precursor más antiguo del joker: la sota de bastos, ca. 1656–1664. Autor: Pierre Leroux. Conservada actualmente en la Biblioteca nacional de Francia. Wikimedia Commons, dominio público.
  2. La carta de Best Bower usada en el Euchre, siglo XIX. Hargrave 1966: p. 346.
  3. Una de las cartas más antiguas del joker, 1878. Conservada en el Museo Británico. Wikimedia Commons, dominio público.
  4. Una caricatura titulada «Euchered», 1884. El naipe del medio muestra un bebé como caja sorpresa, con la inscripción «The Little Joker» («El pequeño joker»). Autor: F.C., Popular Graphic Arts. Actualmente conservada en la Biblioteca del Congreso. Wikimedia Commons, dominio público.
  5. «Imperial Bower» de Samuel Hart, ca. 1872. Datación de acuerdo a «Samuel Hart, 1846–1871» de Simon Wintle. World Web Playing Card Museum. Wikimedia Commons, dominio público.
  6. La carta del joker, finales del siglo XX. Fotografía: Julia Madajczak.
  7. La carta del Loco más antigua que aún se conserva, de la baraja Visconti-Sforza, 1466 (ver Dummett 1980: pp. 68–69). Autores: Bonifacio Bembo y Antonio Cicognara. Wikimedia Commons, dominio público.
  8. El Loco del Tarot de Marsella, 1701–1715. Autor: Jean Dodal. Wikimedia Commons, dominio público.
  9. Viñeta de apertura de la primera historieta del Joker, dibujada por Bob Kane y mostrando la carta del Joker de Jerry Robinson. Texto de la cartela eliminado. Batman #1, 1940. © DC Comics.
  10. Conrad Veidt personificando a Gwynplaine en la película de 1928 El hombre que ríe, Universal Pictures.
  11. El joker funcionando como carta comodín (reemplazando al tres de diamantes) en el Rummy. Autor: Adamt. Wikimedia Commons, dominio público.