
¿Quién inventó los naipes? Historia de la baraja inglesa
Breve historia de la baraja inglesa
Los naipes se inventaron en China entre los siglos IX y XIII de nuestra era. De allí se extendieron a Persia y al Egipto musulmán, y acabaron llegando a Europa a través de la Península Ibérica en el siglo XIV. Los primeros naipes europeos (la baraja latina) se basaron en la baraja árabe («morisca»). En el siglo XV se inventaron nuevos modelos y barajas locales en varias regiones de Europa, y hacia 1480 los franceses tomaron prestadas algunas de las características alemanas para crear una baraja de 52 cartas, optimizada para una producción más económica. En el siglo XIX, los frabricantes de las cartas británicos y estadounidenses modernizaron el diseño de los naipes franceses para mejorar la comodidad de los jugadores y la durabilidad de las cartas. Así se creó la baraja inglesa de 52 cartas, que hoy es la más popular en todo el mundo.

Popularizada por juegos como el bridge, el póquer y el solitario online, la baraja inglesa de 52 cartas es la más utilizada por los jugadores alrededor del mundo. La baraja consta de dos palos negros, los tréboles (♣) y picas (♠); y dos palos rojos, los diamantes (♦) y corazones (♥). Cada palo se compone de tres figuras —rey, reina y jota (o sota)— y diez cartas numéricas, también llamadas cartas de puntos, que van del uno (as) al diez. Las esquinas de las cartas están ligeramente redondeadas, con un índice que muestra el símbolo del palo y el valor de la carta numérica (2-10), o una letra inicial para las cartas de figuras: rey, reina y jota (los equivalentes ingleses más utilizados son King, Queen y Jack) y el as (el equivalente inglés es Ace). Todas las cartas son simétricas (es decir, las mitades inferior y superior de una carta se reflejan mutuamente), y las cartas de figuras sólo muestran los torsos superiores y las cabezas de los personajes de la corte. Las cartas numéricas indican sus valores mostrando el número correspondiente de los símbolos del palo (Figura 1). ¿Alguna vez te has preguntado cómo y cuándo surgieron todas estas características? ¿Quién inventó los naipes? ¿De dónde proceden los símbolos de los palos? ¿Por qué la jota acompaña al rey y a la reina? En este artículo vamos a responder a estas y otras preguntas, explorando la historia de la baraja inglesa de 52 cartas.
El origen de los naipes chinos

A la gente siempre le ha gustado entretenerse, hasta en los tiempos más remotos. En ese sentido, no somos muy diferentes de nuestros antepasados. Es muy emocionante pensar que en nuestras noches de juego seguimos repitiendo los mismos gestos que nuestros ancestros hacían hace miles de años en la India, cuando lanzaron su primer dado de seis caras (Figura 2), el antecesor más antiguo de un naipe. Los dados llegaron a China probablemente en el siglo II a.C., donde, más de mil años después, algún ingenioso jugador unió dos dados para formar una ficha de dominó. Una vez establecida la forma de una ficha, sólo era cuestión de tiempo para que se hiciera de papel y se convirtiera en una carta.1

Cuando los occidentales pensamos en las cartas, automáticamente asumimos que están hechas de papel. Pero en los juegos chinos, el material de la «ficha» no era tan importante. Muchos juegos, como el dominó, podían jugarse con «fichas» de hueso, marfil o papel, que incluso se describen con el mismo término en chino moderno: pai (zhi pai significa «fichas de papel», es decir, naipes).2 De los materiales utilizados para fabricar las «fichas» chinas, el papel es uno de los más perecederos. Tal vez por eso, el naipe chino más antiguo que se conoce (Figura 3), descubierto en 1905 cerca de Turfán, al noroeste de China, por el arqueólogo alemán Albert von Le Coq, apenas data en torno al año 1400 d.C.3 Sin embargo, muchos estudiosos creen que los naipes se inventaron 500 años antes, en los siglos IX o X.4
Pero, ¿realmente es así? La principal evidencia que apuntala esta teoría es la descripción que hace Xiu Ouyang del «juego de las hojas» (葉子) de la dinastía Tang, del siglo IX.5 Xiu, un historiador del siglo XI, explica que en la época Tang la forma más común de «libro» chino era el rollo. Sin embargo, este formato resultaba extremadamente incómodo, sobre todo cuando se tenían que consultar constantemente las notas tomadas mientras se jugaba. Para evitar las largas pausas, durante las cuales el jugador tenía que desenrollar todo el rollo para buscar la información necesaria y luego volver a enrollarlo, los chinos inventaron una forma de libro de consulta similar a un cuaderno contemporáneo. Sus páginas se llamaban yèzi, «hojas»,6 y muchos estudiosos las interpretan como naipes. Andrew Lo, sin embargo, no está de acuerdo con esta teoría, y sugiere que el yèzi del siglo IX sólo se refiere a las páginas de un libro de referencia utilizado para jugar a un juego de mesa conocido como «el juego de las hojas». También señala que la primera aparición confirmada del término, y aún utilizada para «naipes de papel», zhi pai (紙牌), procede de un pleito de 1294 registrado en el Código Dinástico de la Administración Sagrada de la Gran Dinastía Yuan, completado en 1320.7 Estas fechas nos acercan mucho más al naipe de Turfán del siglo XIV que al supuesto origen que tendrían los naipes en el siglo IX.
La cuestión de cuándo los chinos inventaron los naipes depende de la interpretación del término yèzi de la dinastía Tang. Si se refiere a «naipes», entonces su invención se remonta al siglo IX. Pero si, por el contrario, significa «páginas de libro», entonces la primera forma conocida de naipes chinos se remonta a los siglos XIII y XIV.
Los naipes egipcios de los mamelucos
Se conserva muy poco de los primeros naipes del mundo musulmán. La Colección Keir, actualmente preservada en el Museo de Arte de Dallas, resguarda dos fragmentos de naipes numéricos cuyo estilo apunta al Egipto del siglo XIII. Las cartas pertenecen a un palo que les puede resultar exótico a los jugadores que sólo están familiarizados con los naipes ingleses o franceses: el palo de copas, simbolizado por exquisitos cálices (Figura 4).8 Este diseño se originó durante una época tumultuosa de cambios de poder, cuando en medio del caos de la VII Cruzada, terminó la dinastía ayubí que había gobernado Egipto. En 1250, el sultanato egipcio pasó a manos de los antiguos guerreros esclavos de los ayubíes, los mamelucos, que gobernaron Egipto hasta 1517.

Hacia el final de su reinado, el sultanato mameluco produjo la baraja de naipes árabes primitivos mejor conservada que existe en la actualidad. Los llamados «naipes mamelucos» datan del siglo XV, aunque incluyen cinco naipes que podrían ser anteriores o posteriores.9 Los naipes (Figura 5), que se conservan en el Museo del Palacio Topkapı de Estambul, han despertado el interés de los historiadores. Algunos de esos especialistas ven en estos naipes un posible vínculo entre los naipes chinos y los europeos, por sus similitudes con ambos tipos. Originalmente la baraja del Topkapı constaba de 52 naipes (de los que sólo se conservan 48), divididos en cuatro palos: monedas, palos de polo, copas y espadas. Cada palo tiene diez cartas numéricas y tres cartas o elevado valor o «figuras»: el rey (malik), el virrey (nā’ib mālik) y el segundo virrey (thānī nā’ib).10
Una de las barajas chinas, las llamadas «cartas de palo de dinero», descritas por primera vez en el siglo XV, también tenía cuatro palos (pero la diferencia era que no incluía figuras): monedas (también llamadas cash, es decir, monedas chinas con un agujero en el centro), cadena de cash, miríada de cadenas y décima de miríadas (Figura 6).11 Algunos autores plantean la hipótesis de que los mamelucos podrían haber reinterpretado los símbolos de los palos chinos para crear su propia baraja.12

Sin embargo, hay dos argumentos en contra:
1) Las cartas mamelucas del siglo XIII de la Colección Keir son 200 años más antiguas que los ejemplos más antiguos de su presunto antepasado chino.
2) Tanto la baraja del Topkapı como los textos árabes de la época se refieren a los naipes con el término kanjifah tomado del idioma persa.
Por lo tanto, parece más probable que los naipes viajaran de China a Persia antes de entrar en el mundo de habla árabe.13
Los árabes conocían los naipes al menos desde el siglo XIII: esa es la fecha de los naipes egipcios más antiguos que se conservan. Los naipes llegaron a Egipto procedentes de Persia, y los persas crearon sus naipes basándose en el modelo chino.
Los primeros naipes europeos
La referencia más antigua, aunque muy breve, a los naipes en Europa, procede de un diccionario de rimas compilado en catalán por el poeta Jaume March en 1371. Se trata de una sola palabra, naip, que aún se utiliza en catalán para «naipes»14 y que muy probablemente derivó del árabe nā’ib (نَائِب), que significa «representante» o «diputado». Curiosamente, nā’ib aparece en los nombres de dos cartas de elevado valor de la baraja mameluca del Topkapı: la del virrey (nā’ib mālik) y la del segundo virrey (thānī nā’ib). Es fácil imaginar que los catalanes del siglo XIV utilizaron primero este término árabe para referirse únicamente a las cartas de «figuras», y luego, poco a poco, empezaron a aplicarlo para hablar del juego o de las cartas en general. Sin embargo, el uso del término nā’ib para referirse a los naipes en la Cataluña medieval tiene dos profundas implicaciones:
1) Los europeos debieron haber adoptado los naipes de los pueblos de habla árabe.
2) Las barajas similares a la del Topkapı debieron ser producidas por los árabes ya en el siglo XIV, aunque no tenemos pruebas materiales de naipes de «figuras» del siglo XIV.
Un artículo en las crónicas de la ciudad italiana de Viterbo revela que los italianos del siglo XIV sabían que los naipes procedían de los árabes. Un cronista anónimo señala que «en el año 1379, se trajo a Viterbo el juego de cartas que proviene del país de los sarracenos [es decir, árabes], y que entre ellos se llama naib».15

Entonces, ¿los europeos trajeron los naipes directamente del Egipto mameluco? Parece más probable que el punto de contacto fuera la Península Ibérica,16 la cual, desde el siglo VIII al XV, estuvo bajo el dominio (gradualmente decreciente) de los árabes, llamados «moros» por los europeos de la época. La región de Iberia, con sus antiguos y estrechos vínculos con el mundo árabe, era una puerta natural por la que entraban a Europa todas las innovaciones prácticas y deseables. Al igual que las pruebas textuales más antiguas de los naipes, los naipes reales más antiguos descubiertos en suelo europeo también proceden de Cataluña: Simon Wintle, un aficionado de la historia de los naipes, los encontró entre los fondos del Instituto Municipal de Historia de Barcelona, donde habían permanecido durante décadas, desconocidos para el gran público. Se trata de una hoja de naipes sin cortar ni colorear de principios del siglo XV, de estilo árabe. Presenta símbolos de palos similares a los de las cartas mamelucas: monedas, bastos, copas y espadas. El original, del que el artesano copió los símbolos de los palos, probablemente contenía palos de polo en lugar de bastos. Sin embargo, debido a la falta de familiaridad con el polo en el mundo cristiano, el artesano los reprodujo sin darse cuenta de su verdadero significado (Figura 7).17

Una vez que catalanes e italianos se engancharon al «nuevo» juego, los naipes se regaron como la pólvora por toda Europa occidental. Las fuentes históricas mencionan por primera vez los naipes en la década de 1370 en Florencia y Siena (Italia), París (Francia), Basilea (Suiza) y la provincia de Brabante (Bélgica); y la cantidad de referencias se multiplica en las dos décadas siguientes.18 Los europeos comenzaron a producir sus propios naipes casi de inmediato, experimentando con diseños y composiciones de barajas, y desarrollando gradualmente sistemas de palos regionales que aún se utilizan hoy en día. El primero fue el sistema latino (utilizado en España, Portugal e Italia),19 uno de cuyos primeros ejemplos es otra baraja «morisca» catalana, fechada entre 1400 y 1420 y resguardada en el Museo Fournier de Naipes de Álava, España (Figura 8). Conserva los símbolos de los palos árabes: monedas, copas, bastos y espadas. También muestra figuras humanas en diferentes posiciones: de pie, sentadas o montadas. Esto contrasta con los naipes del Topkapı, que no representaban al rey, al virrey y al segundo virrey como figuras humanas, sino que sólo los identificaban mediante inscripciones. La representación visual de las personas fue un hito en la historia de los naipes, ya que marcó la transición del diseño originalmente árabe al estilo que se utiliza hoy en día en la baraja inglesa.
Los naipes llegaron a Europa antes de 1370, procedentes del mundo árabe, a través de España. El sistema latino fue el primer sistema de naipes original de Europa. Conservó los símbolos de los palos árabes (sólo sustituyó el palo de polo por el de bastos), pero introdujo representaciones de figuras humanas en las cartas de figuras.
Historia de los naipes modernos: la baraja francesa
Nuestra historia se acerca ahora rápidamente a su culminación, la creación del modelo inglés, que ha ganado fama en todo el mundo. Su origen se remonta a la baraja francesa inventada en el siglo XV. En contraste con la escasamente documentada historia de los naipes de épocas anteriores, la Europa del siglo XV nos ha legado abundantes pruebas documentales y materiales. Curiosamente, la mayoría de los naipes de esa época que conocemos hoy en día han sobrevivido porque estaban defectuosos o desgastados, por lo que fueron reciclados y usados para reforzar la encuadernación.20 ¡Estos descubrimientos son una razón más para leer libros antiguos!

En el siglo XV, Europa fue testigo de la aparición de numerosas barajas regionales, como la española, la alemana y la francesa. Vamos a analizarlas una por una.
La baraja española fue creada por los franceses. Durante la mayor parte del siglo XV, los fabricantes franceses produjeron barajas de palos latinos para el mercado español, al tiempo que iban modificando lentamente la baraja latina. Hacia 1460, habían simplificado el diseño de las cartas y sustituido los reyes tradicionalmente sentados por otros de pie.21 Finalmente, crearon lo que hoy se conoce como la baraja española:
•símbolos de palos conservados de la baraja árabe (monedas, bastos, copas y espadas);
•tres cartas que representan a los personajes de la corte real medieval: un rey de pie, un caballero montado y un «criado» o «joven» de pie (jota);
•nueve cartas numéricas (o «de puntos») con los números del 1 al 9;
•un total de 48 cartas en cada baraja (Figura 9).22


Por la misma época (hacia 1460), tras varias décadas de experimentación con diversas barajas y símbolos de palo (entre los más populares, los relacionados con la caza; Figura 10), los alemanes establecieron finalmente su baraja estándar. Se decantaron por símbolos de palos que diferían de los latinos y, por lo tanto, de los árabes: hojas, corazones, bellotas y campanas.23 Sin embargo, al igual que en el original latino (e incluso antes, en el árabe), en el sistema alemán también había tres figuras masculinas: el rey y dos jotas: el Ober (superior) y el Unter (inferior) (Figura 11). Todos los personajes llevaban el signo de su palo en la mano, y las jotas se distinguían por llevar la mano hacia arriba (el Ober) o hacia abajo (el Unter). La baraja constaba de 48 cartas, pero a diferencia de la española, ésta incluía la carta de diez en lugar del as.24 Las barajas española y alemana se han utilizado en sus respectivas regiones de forma relativamente inalterada hasta nuestros días: son los remanentes de los primeros naipes europeos.25


Finalmente, en 1480, los franceses estuvieron listos para desarrollar su propia composición de baraja, con la intención de producir cartas de la forma más rápida y económica posible. Su experiencia con los símbolos españoles demostró que eran demasiado complicados de dibujar y colorear con la técnica del estarcido, el método preferido para ilustrar las cartas de la época. Por eso los franceses adoptaron los símbolos de los palos alemanes, pero estandarizaron su forma, tamaño y color. Las hojas se convirtieron en picas, las bellotas en tréboles de tres hojas, las campanas en diamantes, y los corazones permanecieron inalterados (Figura 12). Les iba bien con la jota y con el rey de pie, que los fabricantes franceses habían inventado para los españoles. Sin embargo, el caballero montado era demasiado complicado de dibujar. Asimismo, el Ober y el Unter alemanes eran tan parecidos, que los jugadores no podían distinguirlos a primera vista. Estos problemas con las figuras masculinas abrieron el camino a la reina de pie. La reina también era un invento alemán, pero había aparecido en barajas alternativas que contaban con cuatro figuras, igualando al rey y con valor superior al Ober y al Unter. Sustituyó al caballero en las barajas francesas, dando lugar a la combinación de rey, reina y jota/sota. Sus símbolos de palo simplemente flotaban en el aire (Figura 13) en vez de aparecer sostenidos por los personajes de la corte como en los diseños anteriores.
Todos estos cambios permitieron a los artesanos franceses volver a la composición original de una baraja árabe pintada a mano: 52 cartas con tres figuras y diez cartas numéricas por palo. Las barajas de 52 cartas no eran desconocidas en la Europa medieval y de principios del Renacimiento: de hecho, la única baraja completa del siglo XV que se conserva, el mazo de Cloisters, es de ese tipo. Sin embargo, con la llegada de la imprenta y, en particular, de la técnica de impresión xilográfica, los fabricantes empezaron a favorecer las barajas de 48 cartas. Usaban grandes planchas de madera con los diseños de las cartas grabados en ellas. El artesano cubría esas planchas o matrices con tinta, y los estampaba sobre papel. De este modo, era fácil hacer 24 naipes en un bloque rectangular (en seis filas, cuatro naipes por fila). ¡Pero distribuir 26 naipes en una plancha era imposible! Cualquier intento de imprimir 52 naipes daba lugar a una sobreproducción innecesaria de veinte naipes, lo que inevitablemente aumentaba los costes de producción. Además, las diferentes formas y tamaños de los símbolos de los palos requerían múltiples plantillas para colorear. En un golpe de ingenio, los franceses limitaron la impresión a las cartas de figuras, 12 por baraja, que cabían perfectamente en una sola plancha de madera. La estandarización de los símbolos de los palos eliminó la necesidad de imprimir las cartas numéricas. Ahora se podían hacer simplemente estampando la carta con una sola plantilla. De este modo, la producción francesa se hizo más rápida y económica, revolucionando el mercado europeo de los naipes.26
La mayoría de las características de la baraja angloamericana moderna fueron introducidas por los fabricantes franceses hacia 1480: una baraja de 52 cartas, con los palos de picas (♠), tréboles (♣), diamantes (♦) y corazones (♥), y la reina como una de las tres figuras. El principal motivo de estas innovaciones era la optimización de la producción.
Los naipes más populares: modelo inglés



La baraja moderna estandarizada de 52 cartas, inventada por los franceses, sólo necesitó unos retoques finales para convertirse en los naipes que se utilizan hoy en día en los juegos online y offline de todo el mundo. En los siglos XV y XVI, Inglaterra era uno de los mercados para los naipes franceses que se producían en la ciudad de Ruan, y fueron los británicos los responsables de transformar el diseño de los naipes en el siglo XVIII. El primer cambio fue involuntario. Con menos experiencia en el oficio, la calidad del diseño disminuyó, y algunos detalles introducidos por los artistas franceses fueron malinterpretados y distorsionados.27 Compárese el rey de corazones, fabricado en Ruan hacia 1567 (Figura 14), con su equivalente británico fabricado hacia 1750 (Figura 15). Aparte de los valores artísticos de este último, la figura carece de piernas y, en vez de blandir un hacha, parece estar clavándose una espada en la cabeza. Curiosamente, el rey de corazones sigue haciendo esto en la baraja inglesa del siglo XXI (Figura 16), por lo que se ha ganado el apodo de «Rey Suicida».
Sin embargo, la mayoría de las innovaciones británicas surgieron de las necesidades prácticas de los jugadores. A finales de los siglos XVIII y XIX, los fabricantes británicos empezaron poco a poco a adoptar una novedad francesa reciente: las cartas reversibles (es decir, simétricas). Así los jugadores ya no tendrían que voltear sus cartas de figuras, evitando darles un descarado aviso a sus oponentes.28 Otro problema que siempre habían tenido los jugadores era que no podían ver los valores de cada carta cuando las sostenían en forma de abanico. Esto se debía a la falta de índices en las esquinas. Aunque los índices formados por dos elementos —el símbolo del palo y el rango— se conocían en Europa desde el siglo XV, no fue hasta 400 años después cuando se colocaron en las esquinas de las cartas. El fabricante de naipes estadounidense Cyrus W. Saladee introdujo los índices en las esquinas en 1864, y los fabricantes de naipes más influyentes de Inglaterra, Goodall and Son, lo hicieron en 1874.29 Goodall and Son también son responsables de los familiares rasgos faciales de los personajes de la corte en la baraja inglesa.30
No pasó mucho tiempo antes de que los estadounidenses, liderados por Samuel Hart y su empresa, la New York Consolidated Card Co., desbancaran a los británicos como los principales productores de naipes. Hart tuvo la idea de redondear las esquinas de los naipes, para que no se desgastaran con tanta rapidez.31 En 1864, observó que la abreviatura Kn, correspondiente a la palabra Knave (jota o sota), la cual en pocos años llegaría al índice de las esquinas, se confundía fácilmente con la K de King (rey). De ahí surgió el «Jack», pues Hart sustituyó la Kn por la abreviatura J de la palabra inglesa jack. No se trataba de un término nuevo para la jota, ya que se había utilizado en el siglo XVII en el juego de cartas All Fours, pero en aquella época se consideraba un término vulgar. Sin embargo, en el siglo XIX, jack había perdido su connotación peyorativa en Estados Unidos, y se utilizaba para referirse de forma genérica a un varón, lo que lo convertía en cierto modo en sinónimo del significado original de la palabra knave en inglés: «muchacho o joven».32
Por último, Hart también inventó otra carta muy famosa: el comodín.33 Pero esta parte de la historia va más allá de la baraja de 52 cartas.
Para el siglo XX, la impresión en madera ya había desaparecido: las cartas se recubrían de plástico para reforzarlas. Refrescadas por británicos y estadounidenses y producidas a gran escala, las barajas francesas empezaron a conquistar el mundo. La increíble popularidad del póquer, el rummy y el bridge desplazó a otras barajas europeas y asiáticas, pero afortunadamente, no acabó con las barajas tradicionales. China, India, España, Alemania y muchos otros países siguen cultivando juegos locales y diseños de cartas únicos.
El moderno modelo de naipes inglés surgió en el siglo XIX gracias a las innovaciones de los fabricantes británicos y estadounidenses. Basándose en la baraja francesa, introdujeron las cartas reversibles y esquinas redondeadas con sus índices, y cambiaron el nombre de la figura más baja de knave (Kn) a jack (J).
Referencias
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Obras citadas
Benham, W. Gurney. Playing Cards: History of the Pack and Explanations of Its Many Secrets. Londres: Spring Books, 1931.
Denning, Trevor. The Playing-Cards of Spain: A Guide for Historians and Collectors. Londres: Cygnus Arts, 1996.
Dummett, Michael. The Game of Tarot: from Ferrara to Salt Lake City. Londres: Duckworth, 1980.
Dummett, Michael, y Kamal Abu-Deeb. «Some Remarks on Mamluk Playing Cards» en Journal of the Warburg and Courtauld Institutes 36, 1973, pp. 106–128.
Laird, Jay. «History of Playing Cards» en Encyclopedia of Play in Today’s Society, ed. Rodney P. Carlisle, vol. 1. Los Ángeles: Sage Publications, 2009, pp. 288–293.
Lo, Andrew. «The Game of Leaves: An Inquiry into the Origin of Chinese Playing Cards» en Bulletin of the School of Oriental and African Studies 63(3), 2000, pp. 389–406.
Needham, Joseph. Science and Civilisation in China, vol. 4: Physics and Physical Technology, parte 1: Physics. Cambridge: Cambridge University Press, 1962.
Wilkinson, W.H. «Chinese Origin of Playing Cards» en American Anthropologist A8(1), 1895, pp. 61–78.
Imágenes
- Naipes ingleses modernos: el rey y el 6 de tréboles.
- Dado de terracota de Mohenjo-daro (Pakistán), 2500-1900 a.C. Fotografiado en el Museo Ashmolean de Oxford por Zunkir; imagen recortada. Fuente: Wikimedia Commons; licencia: Atribución/Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional.
- El naipe de papel chino más antiguo, procedente de Turfán (China), hacia 1400 d.C.; actualmente resguardado en el Museo Etnológico de Berlín. Fuente: Wikimedia Commons; licencia: dominio público.
- Dos fragmentos de naipes egipcios de El Cairo (Egipto), principios del siglo XIII; actualmente resguardado en el Museo de Arte de Dallas, Colección Keir. © 2021 Museo de Arte de Dallas, objetos K.1.2014.1132 y K.1.2014.1133.
- Cartas de 6 de monedas, 10 de palos de polo, 3 de copas y 7 de espadas de la baraja egipcia mameluca, siglo XV; actualmente en el Museo del Palacio Topkapı, Estambul. Composición original de Countakeshi. Fuente: Wikimedia Commons; licencia: Atribución/Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional.
- Cartas chinas de palos de dinero, siglo XIX; actualmente en el Museo Británico. Licencia: Atribución/Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0) © The Trustees of the British Museum.
- Los naipes más antiguos de Europa, procedentes de Cataluña, a principios del siglo XV. Una hoja sin cortar ni colorear de naipes de diseño árabe; actualmente en el Instituto Municipal de Historia de Barcelona. Redibujado por Karolina Juszczyk a partir de la ilustración de «Moorish playing cards» de Simon Wintle.
- Jota de monedas de una baraja «morisca» catalana, 1400-1420; actualmente en el Museo Fournier de Naipes, Álava (España). Fuente: Wikimedia Commons; licencia: dominio público.
- Una hoja sin cortar de naipes españoles, 1574. Publicado originalmente en Museo español de antigüedades, vol. 3, 1874. Fuente: Wikimedia Commons; licencia: dominio público.
- Superior (Ober) de patos de la baraja de caza de Stuttgart, 1429; actualmente conservada en el Landesmuseum Württemberg de Stuttgart (Alemania). Licencia: Atribución/Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY 4.0) © Landesmuseum Württemberg, Stuttgart.
- Inferior (Unter) de bellotas de una baraja alemana, ca. 1540-1560; actualmente conservada en el Landesmuseum Württemberg de Stuttgart (Alemania). Licencia: Atribución/Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0) © Deutsches Spielkartenmuseum, Leinfelden-Echterdingen.
- Evolución de los símbolos de palos, desde el sistema alemán al francés. Dibujo de Karolina Juszczyk con el uso de imágenes creadas por Infanf: hoja, bellota, campana y corazón, disponibles en Wikimedia Commons (dominio público).
- Una hoja sin cortar de naipes franceses, impresa en Ruan por Valery Faucil hacia 1516; actualmente resguardada en el Museo Británico. Licencia: Atribución/Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0) © The Trustees of the British Museum.
- Rey de corazones de una baraja francesa, producida en Ruan hacia 1567. Benham 1931: 28, fig. 59.
- Rey de corazones de una baraja francesa, producida en Inglaterra hacia 1750. Benham 1931: 28, fig. 60.
- Rey de corazones en una baraja inglesa moderna.